EL CULTIVO DE LA CEBADA por Mariano Fernández

Mercedes Aguado, Ingeniero Agrónomo, escribe sobre la cebada que:  «Se supone procedente, según Vavilov, de dos centros de origen situados en el Sudeste de Asia y en Abisinia y Eritrea (África). Se conoce su cultivo desde tiempos remotísimos y se hace referencia a ella en los documentos más antiguos que existen. En las tumbas egipcias han sido hallados granos de este cereal, qué también fue mencionado en los Vedas y en el Deuteronomio. Dos siglos antes de la era cristiana hay referencias de que era cultivado en la China por el Emperador Chin-Nang. Su cultivo estaba muy extendido en los pueblos antiguos y era muy apreciada, incluso parece que más que el trigo. Comenzó a decaer en los tiempos de la Roma Irnperial, en los que dejó de ser alimento de clases elevadas y únicamente la consumía la gente de baja condición.» (1)


Parte de una espiga de cebada de 6 carreras (2).


En España, la cebada es el segundo cereal en producción siguiendo muy de cerca al trigo. El tercer lugar del podio lo ocuparía el maiz, a mucha distancia ya del resto de cereales.


https://es.statista.com/estadisticas/501770/produccion-de-cereales-en-espana-por-tipo/


En los últimos años la producción de cebada ha disminuido sensiblemente por causas climáticas y por la presión ejercida sobre los agricultores por el escaso precio del cereal, el aumento del precio de los insumos y la política agrícola comunitaria fijada por la Agenda 2030.


https://es.statista.com/estadisticas/501744/produccion-de-cebada-en-espana/



En la comarca de La Campiña, en la que se sitúa Daganzo, la cebada también es el principal cultivo junto con el trigo, llegando incluso a superarle en los últimos años. Como vimos en un anterior artículo de este blog «El trigo, desde la prohibición de la quema de rastrojos,  ha experimentado un sustancial incremento de plagas y enfermedades que merman su rendimiento y que precisan de costosos tratamientos fitosanitarios.» (3)

Tipos.

Se distinguen principalmente dos tipos de cebada: cebada de ciclo largo y cebada de ciclo corto. La cebada de ciclo largo suele emplearse para el consumo animal por su mayor aporte de proteína. La cebada de ciclo corto se destina principalmente a cerveza por su menor aporte de proteína, que es perjudicial para la calidad de la malta. La primera suele tener seis carreras (hileras de granos) y la segunda solo dos, ya que en la floración aborta las líneas laterales (ver la imagen inicial de este artículo).

Respecto a la siembra, dice el refranero popular que  "el trigo en polvo y la cebada en barro", es decir, el trigo se siembra pronto, antes de llover, y la cebada más tarde, cuando ha llovido. En la práctica, en nuestra zona, el trigo se empieza a sembrar por la Virgen del Pilar (12 de octubre), y la cebada por la festividad de Los Santos (1 de noviembre). Dependiendo de las variedades, la cebada de ciclo largo se adelanta algo a esta fecha y la de ciclo corto se pospone algún mes, respetando la fecha únicamente las de ciclo intermedio.


El cultivo de la cebada. Fotorreportaje.

La tarea comienza en invierno con el alzado de los rastrojos. Dice el refrán que "Lo que puedas alzar en enero no lo dejes para febrero". Esta labor de volteo sirve para enterrar la paja de cultivos anteriores a la vez que saca la tierra del fondo para que se oxigene.

Es la labor preferida de la avifauna por la gran cantidad de invertebrados que saca al exterior.


Alzado del rastrojo con vertedera reversible de cuatro cuerpos.


Hay veces que por las condiciones del terreno, que se está quedando duro, o por el escaso tiempo disponible, se utiliza un cultivador pesado para la  labor de alzado. Cunde más por el mayor ancho de labor pero no voltea la tierra ni entierra la paja ni las malas hierbas. Si llueve después de realizar esta labor, las malas hierbas vuelven a agarrar al no estar enterradas.


Para la segunda vuelta (binado) o cuando no da tiempo a alzar con la vertedera se utiliza un cultivador pesado denominado chisel.

Durante la primavera y el verano la tierra se suaviza con sucesivas pasadas de un cultivador ligero. Estas pasadas se aprovechan haciéndolas coincidir con la emergencia de malas hierbas para combatirlas.


Preparación superficial del lecho de siembra con cultivador ligero.


Una vez suavizada la superficie y limpia de hierbas se procede a la siembra. Esta se realiza con máquinas que sueltan la semilla por gravedad o con máquinas neumáticas. Estas últimas son más complejas, pero permiten su plegado para el transporte por carretera y disponen de un mayor ancho de siembra.


Comienza la siembra. Sembradora neumática de 5 m de ancho de siembra.




Interior de la tolva de semilla de una sembradora neumática, donde también se encuentra el distribuidor del grano. 1 Tm de capacidad.


El desterronado y compactado de la superficie sembrada con el rodillo o rulo aumenta la producción y facilita el abonado y los tratamientos fitosanitarios.



Desterronando y compactando el suelo en un terreno recién sembrado.



Cuando las malas hierbas se apoderan de una parcela es necesario el uso de herbicidas para garantizar la viabilidad del cultivo.


El abonado se puede hacer en profundidad o de cobertera. El primero se hace antes de la siembra del cultivo aprovechando las labores mecánicas para su incorporación al suelo. El de cobertera se realiza a comienzos de la primavera sobre el cultivo, utilizando abonos nitrogenados que fomentan el crecimiento. Ambos métodos se pueden complementar para disponer de un aporte continuo de nutrientes o utilizar abonos de liberación lenta en una sola aplicación



Repartiendo abono de cobertera con una abonadora centrífuga



En abril, espigas mil. A finales de la primavera comienzan a salir las espigas del "zurrón". En esta época las heladas tardías y los granizos pueden arruinar el cultivo.



Campo de cebada cervecera comenzando a espigar.


Por fin llega la cosecha. Estamos a finales de junio o primeros de julio, cuando el grano ya está madurado y seco. Es la hora de la verdad , cuando el agricultor puede recoger, o no, el premio a su trabajo. Es mucho el tiempo y el dinero invertido y son muchos días de incertidumbre por la meteorología, los incendios, las plagas de insectos y sobre todo las de conejos que van paulatinamente devorando los cada vez más escasos beneficios del agricultor


Tiempo de cosecha. El agricultor espera para cargar el grano en el remolque en una parcela de difícil acceso para los camiones.


Siempre que las condiciones de acceso a las parcelas lo permiten, se utilizan camiones para trasladar el grano obtenido al almacén.



Año productivo. La caja ya está llena (30 Tm) y el camión aún no ha regresado de descargar la anterior.



Fin de ciclo. ¿Volveremos a sembrar?

La agricultura cerealista está en declive, al menos como la conocemos hasta ahora. La Política Agrícola Comunitaria se enfoca en la renaturalización de Europa a costa de la agricultura. El objetivo es que Europa sea mitad jardín, mitad factoría de energía renovable, sin tener en cuenta que la mayoría de los alimentos habrá que traerlos de fuera donde las garantías sanitarias son menores de las que se exigen actualmente a los agricultores de dentro. Estamos perdiendo nuestra soberanía alimentaria.

Las subvenciones, imprescindibles para la subsistencia del agricultor, ahora se conceden a las explotaciones que dejan tierras sin cultivar o sin cosechar para su aprovechamiento por las aves y los insectos, al mismo tiempo que hay seres humanos muriendo de hambre. Las agriculturas familiares van desapareciendo y paulatinamente estamos dejando el campo expedito para su aprovechamiento por los grandes fondos de inversión y las gigantescas plantas fotovoltaicas necesarias para la expansión de los coches eléctricos y la inteligencia artificial. 

Son tiempos inciertos para los agricultores y para el campo que ya están pasando factura a nuestra economía, nuestra alimentación y nuestra biodiversidad. Las avutardas no viven en jardines, viven en la estepa cerealista. Si el campo muere, arrastrará a todo el ecosistema con él.  Nadie sabe hacia dónde nos dirigimos.


1. La cebada. Mercedes Aguado. Hojas divulgadoras, nº 17. Ministerio de Agricultura. Madrid. Sep. 1957.

2. Cereales. C.V. Garola. Casa editorial P. Salvat. Barcelona 1918.

3. La Campiña. El sistema de cultivo de tres hojas


Mariano Fernández.

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