EL BASTONERO, EL JEFE DEL BAILE por Mariano Fernández

Manuel García Matos, musicólogo, folclorista y compositor, escribe acerca del folclore en la provincia de Madrid describiendo una costumbre desconocida creo que para la mayoría de nosotros.

Dice así: «Termináronse los bailes al aire libre hace ya mucho tiempo, (exceptúense ocho o diez pequeños poblados); se entiende, los llamados típicos; aquellas domingueras diversiones danzarias en la plaza de cada lugar que daban pie a ordenanzas y costumbres curiosas como la que expongo.

En la aldeílla de Daganzo, que Cervantes hiciera famosa, era ley establecida formar un gran cuadrilátero de bancos, que ocupaban la mocedad del sexo débil y los guitarreros y bandurristas que hacían la música. Al exterior, y de pie, se colocaban los mozos. En el centro se situaba un «bastonero», con su sonoro mástil encargado de la dirección y el orden del baile, siendo su autoridad acatada por todos. Este tal indicaba a los músicos el comienzo y terminación del «toque» y señalaba a priori los mozos que habían de salir al medio para bailar con las mozas que, asimismo, indicaba previamente. Con este proceder se evitaban posibles cuestiones que, bajo un régimen de mayor libertad, podían surgir entre los mozos aficionados a una misma muchacha y competidores en acapararla. Como además se hacía visible y claro el conjunto de los que bailaban, porque así 10 procuraba el «bastonero», designando con cuenta los mozos que habían de formar pareja, se podían vigilar mejor ciertos arranques o desmanes atrevidos que a los jóvenes pudiera inspirar el demonio de los no santos deseos.

Cuentan las personas que llegaron a conocer estas costumbres, que eran jotas y seguidillas los únicos bailes que entonces se practicaban.» (1).

Además de la curiosa costumbre de la organización y desarrollo del evento, me llamó la atención la figura del bastonero, que era algo así como el director del baile y, a la vez, defensor de la moralidad del mismo.

Buscando más información me encontré con la sorpresa de que, hasta hace tan solo unas décadas, era una figura común y habitual en los bailes de toda la provincia de Madrid y en muchos otros lugares de España y del mundo, . En Argentina y Uruguay era conocido como el pericón.


Fotografía: Autor desconocido (1897). ARCHIVO HUM. © 2015 Eduardo Valero García-HUM 015-008 FOTOTECA. © 2015 Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325

Según el diccionario de la Real Academia Española, la palabra bastonero/a significa, entre otras cosas, «persona que dirigía ciertos bailes y designaba el lugar que debían ocupar las parejas y el orden en que habían de bailar».

El bastonero no solamente se ocupaba de los bailes ejercidos por grupos en espectáculos  y celebraciones. A principios del siglo XX en los pueblos era común encontrar salones de baile que podían ser de carácter municipal e incluso de sociedades particulares formadas al efecto. Hay que tener en cuenta que el baile, además de un pasatiempo, era un acto social popular que posibilitaba las primeras relaciones entre jóvenes de diversas familias y, en muchos casos, caldo de cultivo de muchos noviazgos.

El bastonero se paseaba con su llamativo bastón entre las parejas cuidando que no fueran molestadas por chiquillos, gamberros, patosos u otros impertinentes. Además, cuidaba de la compostura, el vestido, el correcto trato de los caballeros con las damas y de las distancias entre ambos. También ejercía las labores de portero del local.

En algunos lugares tenía la misión de comenzar y parar la música (normalmente un organillo) con señales de su bastón e incluso los cambios de pareja.


(1). Cancionero popular de la provincia de Madrid. Edición: Marius Schneider; José Romeu Figueras. Compilación: Manuel García Matos. Barcelona - Madrid. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1951.

(2). Valero García, E. (2015) "FOTOTECA. La figura del bastonero en los bailes y verbenas", en http://historia-urbana-madrid.blogspot.com.es/

Mariano Fernández

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