ALFONSO XI Y MARÍA DE PORTUGAL OTORGAN UN MAYORAZGO A PEDRO FERNÁNDEZ por Mariano Fernández

Recientemente encontré un magnífico trabajo de Enrique Torija Rodríguez, de la Universidad Complutense de Madrid,  en una publicación de la Universidad de Santiago de Compostela titulada  "Reinas e infantas en los reinos medievales ibéricos. Contribuciones para su estudio. ACTAS DEL CONGRESO INTERNACIONAL. Santiago de Compostela, 21-23 de mayo de 2014". 

El título del texto es "La reina María de Portugal, esposa de Alfonso XI, y la creación del mayorazgo de Pedro Fernández de Guadalajara (1334). Notas y transcripción documental".

En él nos cuenta que el  matrimonio formado por Ferrán Rodríguez y Elvira Martínez, camareros respectivamente del rey Alfonso XI y la reina María de Portugal, establecen un mayorazgo en su hijo Pedro Fernández consistente en varias propiedades de Guadalajara.

La reina había recibido de su marido por arras el señorío de Guadalajara, Talavera y Olmedo. Como señora de Guadalajara otorgó el mayorazgo de Pedro Fernández, confirmado y convertido en privilegio por su esposo el rey Alfonso XI en octubre del mismo año. 


Alfonso XI de Castilla. Autor desconocido. Biblioteca Nacional de España

Formaban parte del mayorazgo, además de otras propiedades en Guadalajara, Cabanillas, Sila, Marchamalo, Cañizar y Sillavaios, unos bienes en Daganzo consistentes en unas casas, unas viñas y cuatro yuntas de heredad con sus bueyes. «Otrossi le damos mas las quatro yuntas de heredat con sus casas e con sus vinnas que nos compramos de Ruy Sanches de la camara del Rey e su escrivano, que son en Daganço con sus bueyes poblados asi commo estan».

Como hemos visto, el beneficiario del mayorazgo era Pedro Fernández Pecha, conocido más tarde como Fray Pedro de Guadalajara, fundador de la Orden de San Jerónimo junto a su hermano Alonso Pecha, obispo de Jaén. Dice la Real Academia de la Historia que era hijo de Fernán Rodriguez Pecha y de «la rica y noble dama» Elvira Martinez de la Cámara, ambos de Guadalajara.

Al morir su padre, le relevó en el puesto de camarero del Rey Alfonso XI y más tarde continuaría al servicio del hijo de este, Pedro I. Tuvo cuatro hijos, tres mujeres y un varón. La esposa y una de las hijas murieron pronto y se cree que esta desgracia influyó en la decisión de Pedro de retirarse al ámbito religioso. Los otros tres hijos murieron también antes que su padre, cuando ya era monje.

Decidió seguir los pasos de su amigo Fernando Yáñez que se hallaba en la ermita de Nuestra Señora del Castañar, cerca de Toledo. A ambos se les considera los fundadores de la Orden de San Jerónimo. Posteriormente se trasladaron a la ermita de San Bartolomé de Lupiana donde continuaron la vida eremítica hasta que pasados unos años decidieron, como también hizo San Jerónimo, pasarse a la vida monástica, fundando en San Bartolomé de Lupiana el primer monasterio de la Orden jerónima.


Fray Pedro Fernández Pecha por Juan de Valdés Leal, óleo sobre lienzo, 243 x 126 cm, Sevilla, Museo de Bellas Artes de Sevilla.

Acerca del retiro de Fray Pedro a la vida religiosa dice el historiador Hernando Pecha en su "Historia de Guadalaxara" que «cerro el los ojos al Mundo abriolos a Dios, y alcanzada liçençia del Rey, dispuso con mucha Prudencia de su hazienda, dexo su Mayorazgo a su hermana mayor doña Maria; de los bienes libres repartio entre sus criados algunos, y los demas athesoro en el çielo depositandolos en el Thesoro de Dios, que son los pobres».

Tras fundar otros monasterios y conventos, como el de Nuestra Señora de la Sisla y el de Guisando,  se retiró acompañado de su hermana, Mayor Fernández Pecha, a pasar los últimos días de una vida dedicada a la oración y penitencia al monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe donde falleció en 1402. 


Se da la circunstancia de que María Fernández Pecha, que como hemos visto heredó el mayorazgo de su hermano Pedro que contenía unas propiedades en Daganzo, fue la primera mujer de Pedro González de Mendoza, el de Aljubarrota, sobre el que hace algún tiempo escribimos un artículo explicando que fundó un mayorazgo en su hijo Íñigo, fruto del segundo matrimonio con Aldonza de Ayala,  que precisamente contenía unas propiedades en Daganzo. ¿Estamos hablando de las mismas propiedades?

María dio un hijo a Pedro González que murió siendo muy niño. Ella murió a los 22 años enterrándose junto a sus padres y su hermano Alonso, obispo de Jaén, en la capilla que el padre fundó en la iglesia de Santiago. Sobre su sepulcro se leía el siguiente epitafio: «Aquí yace María Fernándes, hija que fué de Fernán Rodríguez, Camarero que fué del Rey D. Alonso, e mugier que fué de Pero González de Mendoza, e finó en los XXII años, era de M et CCC XCII años».

La capilla de los Pecha, que era una de las joyas de Guadalajara por su valor histórico y artístico, fue incomprensiblemente demolida en 1837 por el ayuntamiento junto a las del resto del lado del Evangelio llevándose por delante, entre otros,  los espectaculares sepulcros de los Pecha para ensanchar un callejón que separaba a la iglesia de Santiago del Palacio del Infantado. En el año 1903 se derribó la iglesia en su totalidad para hacer una plaza.

María dejó sus bienes a Pedro González, su marido, «para en su vida y después (...) lo haya y lo hereden mis herederos». Pedro podría disfrutarlos en usufructo y después debería devolverlos a los herederos designados por María. Al morir Pedro, fue su segunda esposa, Aldonza de Ayala, la que fue encargada como albacea teniendo que ocuparse de la devolución. Fue denunciada en varias ocasiones, sobre todo por los monjes de Lupiana,  por las malas condiciones en las que estaban algunos bienes de la herencia y la tardanza en devolverlos, pero no hay constancia de que se quedase nada sin retornar.

Sin embargo, ni en el testamento de María de 28 de noviembre de 1353, ni en los distintos pleitos y sentencias por la devolución de los bienes a los herederos de María, aparecen los bienes del mayorazgo de su hermano Pedro Fernández. Si bien es cierto que unos y otros tienen considerables lagunas que no han podido ser transcritas.

El historiador Hernando Pecha, como dijimos, dejó muy claro que el mayorazgo de Pedro Fernández Pecha pasó a su hermana María, pero a partir de ahí no vuelve a saberse nada de él. Hasta ahora, porque seguimos investigando.

Mariano Fernández



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