Hablamos del Acuífero Terciario Detrítico de Madrid, una formación
geológica que contiene varias decenas de miles de hm3 de aguas
subterráneas.
El origen de la formación hídrica es una cuenca sedimentaria constituida
por detritos que se remonta al período terciario, entre 5 y 20 millones de
años atrás, con unas dimensiones en torno a los 2600 km2 y una gran
capacidad de almacenamiento, ya que su profundidad en algunos puntos puede
llegar a los 3000 metros de espesor.
Un acuífero no es un lago ni un estanque formados en una cavidad
subterránea, como normalmente lo imaginamos, sino que el agua empapa los
materiales acumulados en la cuenca como si fuera una esponja. Nuestro
acuífero está constituido litológicamente por una alternancia de arenas,
limos y arenas arcillosas procedentes de la erosión de la sierra que le
permiten almacenar mucha agua.
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Corte geológico del acuífero de Madrid. Gustavo Hermoso.
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Mapa original: Comunidad de Madrid. Mª Bascones
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Un acuífero se recarga normalmente por el agua de lluvia, que pasa a través
de la zona superior denominada zona de aireación, por donde
escurre por gravedad hacia la zona inferior llamada zona de saturación, que es la zona impregnada de agua. Bajo esta capa hay un lecho rocoso
impermeable que permite al agua acumularse. El límite entre las dos zonas es
el conocido como nivel freático, que es el nivel del agua del
acuífero.
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Los acuíferos son capas de roca porosa en las que se acumula agua que
es posible extraer. A.Vargas OIEA.
El agua de lluvia que no llega a filtrarse bajo el suelo discurre por la superficie siguiendo la pendiente a través de los cauces de agua que forman parte de la escorrentía superficial. Parte del agua que se infiltra hasta la zona saturada del acuífero también sufre una escorrentía subterránea y se descarga de diversas formas. Con frecuencia se establece un flujo hacia el fondo de lagos y ríos. Otras veces el relieve de la superficie del terreno intersecciona con el nivel freático aflorando fuentes y manantiales.
Hay que tener en cuenta que cualquier vertido en superficie de sustancias contaminantes, por pequeño que sea, acabará afectando al acuífero de una u otra forma.
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Modelo de carga y descarga de un acuífero. IEDA. Olga Arriaga.
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En Daganzo, el nivel freático está muy cerca de la superficie. En el casco
antiguo la mayoría de pozos existentes en las casas tienen el nivel de agua
a tan solo 2 o 3 metros de la superficie y es problemática la construcción
de bodegas y sótanos por el mismo motivo. Gracias a estos pozos el pueblo se
abastecía de agua cuando aún no existía el agua corriente.
La Directiva Marco de Agua (Directiva 2000/60/CE, de 23 de octubre)
define en su artículo 2 una masa de agua subterránea como un volumen
claramente diferenciado de aguas subterráneas en un acuífero o
acuíferos.
En cumplimiento de esta Directiva se ha realizado la delimitación de las
masas de agua subterránea en el Plan Hidrológico de la parte española de
la Demarcación Hidrográfica del Tajo (2015-2021). A continuación se
relacionan las masas de agua subterránea declaradas en el ámbito
territorial de la Comunidad de Madrid. Las pertenecientes al
Acuífero Terciario Detrítico de Madrid se muestran en texto
azul. Daganzo se encuentra en la masa denominada Guadalajara.
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Elaboración propia.
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Mapa original: Dirección General de Medio Ambiente y Sostenibilidad.
Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio. Comunidad de
Madrid.
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Según el Canal de Isabel II hasta unos 800 m de profundidad las aguas del
acuífero son aprovechables. El acuífero se recarga naturalmente por el agua
de lluvia que aporta anualmente entre 120 y 150 hectómetros cúbicos.
Contiene aguas de mineralización débil que cumplen con los parámetros
exigidos para el consumo humano.
La incorporación de estas aguas al sistema de abastecimiento de la
Comunidad de Madrid suponen un importante colchón para hacer frente a
períodos de sequía y situaciones de contingencia. El Canal dispone de más de
80 pozos con una profundidad media de 300 m que permiten extraer el agua
para casos de necesidad. En el año 2005 el nivel de nuestros embalses bajó
del 40% y la extracción de parte de este agua palió la situación de escasez.
El Canal también dispone de puntos de recarga artificial que permiten
rellenar el acuífero cuando el agua abunda en superficie.
Mariano Fernández
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