EL YACIMIENTO PALEOLÍTICO DE LA REDONDILLA por Mariano Fernández




Homo erectus. Recreación del autor generada por Inteligencia Artificial.


En el año 2017, durante unas obras para la canalización de gas natural, se encontró un pequeño yacimiento arqueológico paleolítico al sur del casco urbano de Daganzo. El hallazgo consistía de un conjunto de rudimentarias herramientas talladas en piedra (bifaces, hendedores, raederas y piedras trabajadas) que probablemente se utilizaban para cortar, raspar y triturar alimentos y diversos materiales.


Fotografía de los hallazgos procedente de contextogestion.es


El yacimiento se encontró en un paraje conocido como la Redondilla, a la salida del pueblo por el Camino Ancho, también llamado de la Vega o de Daganzuelo, entre el camino y el arroyo del Monte. 


Localización aproximada del yacimiento. Elaboración propia.


Lo verdaderamente importante de este yacimiento es su antigüedad, ya que se remonta a los albores de la humanidad. Según los autores del estudio que aparece en la publicación "Reunión de Arqueología Madrileña de 2018", editada por la Sección de Arqueología del Colegio de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de Madrid, Mª Amparo Aldecoa Quintana y Luis Andrés Domingo Puertas, de la empresa Contexto Gestión Cultural y Comunicación, S.L, se trataría de un conjunto típico de la industria Achelense o Musteriense de tradición Achelense por hallarse también otros objetos algo más recientes que los primeros.

En cualquier caso, a pesar de lo reducido del yacimiento,  estaríamos hablando del Paleolítico Inferior o Medio y de una friolera de entre 1.300.000 y 100.000 años, sumándose a los ya conocidos de esta época «en los numerosos yacimientos de la Comunidad de Madrid, concentrados principalmente en el valle del Jarama, entre Algete y Mejorada del Campo, en la cuenca del Manzanares, entre San Isidro y la confluencia de dicho colector y el Jarama, y en el valle del Henares, entre San Fernando de Henares y Mejorada del Campo y otros cercanos de la provincia de Guadalajara».

La imprecisión en la datación es debida a que es un yacimiento superficial en «posición derivada», en la que los restos arqueológicos están fuera de su posición de abandono por actividades agrícolas, acción de cursos de agua de carácter fluvial, etc. y por tanto carecen de contexto. Los hallazgos superficiales, a diferencia de los estratigráficos que se acumulan en capas enterradas, resuelven de manera muy vaga e imprecisa la cuestión temporal al solo poder basarse en la tipología de los elementos encontrados pero sin relación con otras evidencias del entorno, polen, insectos y otros restos, que puedan contribuir a la datación tal y como sucede en los yacimientos estratigráficos.

Me he tomado la licencia de elaborar un cuadro aproximado de la Prehistoria, para ayudar a situar la época a la que pertenecen estos hallazgos marcando con dos recuadros amarillos las dos industrias líticas a las que corresponden. El cuadro abarca desde el inicio de la Edad de Piedra, 2.800.000 años atrás en el Paleolítico Inferior, con la aparición de los primeros homínidos, hasta la aparición de la escritura al final de la Edad de Hierro, hace unos 5.000 años. 


Cuadro orientativo de la Prehistoria. En él se representan los años aproximados desde los distintos períodos hasta la actualidad.


Son los tiempos del Homo erectus, los comienzos del Homo sapiens y el Homo nearthendalensis, del descubrimiento del fuego, de la adopción de cuevas como refugio y de la costumbre de enterrar a los muertos. El género Homo aún no cultivaba los campos ni domesticaba animales, entre otras cosas porque era nómada y viajaba por el territorio en pequeños grupos familiares, como el lobo o el oso, alimentándose de la caza y de los frutos que hallaba en su camino, ligero de equipaje, sin apego al terruño.

Mariano Fernández




Comentarios