Os vamos a contar una historia que, hasta hoy, nadie había contado pero que ya va siendo hora de que se sepa.
Ha sido transmitida durante siglos de padres a hijos, de oído a oído.
Esta es la historia de "LA LEYENDA DE DAGANZO DE ARRIBA":
“Marte, el dios de la guerra se enamoró de Venus, la diosa del amor, cuando la vio en una fiesta del Olimpo.
Una noche fue a visitarla para hacer el amor con ella. Así era Marte de fogoso.
Para no asustarla dejó su espada y cogió una pequeña daga que guardó entre sus ropas por si surgía algún contratiempo en el camino.
Venus venía caminando con un ánfora en su costado y se encontró de frente con Marte que, en su impetuosidad, intentó forzarla. En esos movimientos cayó la daga en el ánfora que iba llena de pétalos de flores para hacer perfumes.
Al olor de estas esencias, Marte se calmó un poco y fue más amable con Venus, que le convenció para ir a un lugar más tranquilo.
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| Fragmento de la obra (Marte y Venus sorprendidos por Vulcano). Alexandre Charles Guillemot. Indianapolis Museum of Art. |
Cuando Marte volvía a sus dominios descubrió que había perdido su daga y a punto estuvo de perder la vida, pues un terrible enemigo, Hércules, apareció en el horizonte.
Tuvo que esconderse, algo que no era propio de su espíritu guerrero. Pero esto no se lo contó nunca a nadie, para no perder su prestigio.
Cuando Venus encontró la daga en el ánfora, mandó el siguiente recado a Marte:
"La Daga en el ánfora iba".
Se lo decía de esta manera para que no supiesen los demás que había perdido su daga.
En aquellos tiempos los mensajes se transmitían de boca en boca y la frase se fue transformando
de la siguiente manera:
"La Daga en el ánfora iba"
"Daga en ánfora iba"
"Dagánfora iba"
"Daganzo de Arriba'"
Marte, al recibir este extraño mensaje, no pudo por menos que ir a ver personalmente a Venus para preguntarle el significado.
Venus en este tiempo, y debido a la aventura de la Daga, había tenido hijos. Con ellos y sus
descendientes decidieron formar un pueblo al que pusieron de nombre Daganzo de Arriba en
honor al mensaje que Venus envió a Marte.
El origen de este encuentro quedó en secreto entre ellos dos, que sí sabían el significado del
nombre del nuevo pueblo Daganzo de Arriba: "La Daga en el ánfora iba"
Después vinieron otras gentes, que aumentaron la población y las leyendas, pero eso ya es otra
historia".
Pedro Pérez Gómez
Para “La noche de estrellas” de Mayo de 1.994
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