¿DÓNDE ESTABAN LAS ERAS EN DAGANZO? por Mariano Fernández

Cuando era un chaval, los sitios preferidos para divertirse eran la plaza del pueblo, el arroyo o las eras. ¿Qué eran y dónde estaban las eras?



Antes de existir las modernas cosechadoras, la mies obtenida de la cosecha se trasladaba a unas pequeñas parcelas de terreno llamadas eras, donde se extendía de forma circular para su posterior trillado. Esta operación consistía en pasar el trillo, que era una plataforma de madera con multitud de hileras de piedrecillas afiladas, normalmente arrastrado por una caballería, con el fin de triturar las espigas y la paja para extraer el grano. De esta forma se obtenía la parva que después había que aventar (en Daganzo y muchas zonas de Castilla se denominaba albelar), lanzándola al alto con una horca de madera o hierro y que los granos volvieran a caer por su peso en vertical y la paja fuera separada por el viento. El grano se amontonaba con unas palas, generalmente de madera, y posteriormente se introducía en sacos alargados de unos 80 kg de capacidad, llamados costales, para su almacenaje en el granero o en la cámara de las casas.


Vista inferior de un trillo. Wikipedia

Horquillo de hierro y horca de madera. De Juan R. Lascorz - Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=2043479

Posteriormente, a principios del siglo XX, llegaron las trilladoras y aventadoras, que también se situaban en la era. Eran unas máquinas movidas por un motor que realizaban todo el trabajo de trillado y aventado, dejando ya el grano listo para su ensacado.



Había eras que estaban empedradas con cantos rodados que formaban un piso duro y uniforme que evitaba que se formara barro cuando llovía. Otras no lo estaban, pero se apisonaban con un rodillo de piedra. De cualquier forma, estaban situadas en zonas donde corría el aire y poco propensas a encharcarse.

Aquí en Daganzo la mayor parte de las eras estaban en las inmediaciones del casco urbano, en la parte de poniente y mediodía, donde hoy está la zona comprendida por las calles Constitución, Federico García Lorca, Conde de Coruña, la plaza de toros, la plaza de Cervantes y también en la zona de Las Parrillas. Además, había algunas al otro lado del arroyo, en la zona del actual camino del Cementerio, antes camino de Alcalá.

Hoy las cosechadoras hacen todo el trabajo sobre la marcha y ya no existen las eras.  Hoy se juega en los parques y las instalaciones deportivas, pero, aunque son zonas ideales y perfectamente diseñadas para ello, ya no es lo mismo, ya no tienen el encanto de lo auténtico, de los palos para hacer lanzas, arcos y flechas, de a ver quién tira la piedra más lejos, de pincharse con los cardos o asustar a las culebras, ya no tienen el olor a polvo y a paja seca ni el genuino sabor a pueblo.

 Mariano Fernández

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