EL GORRIÓN MORUNO (Passer hispaniolensis) por Mariano Fernández

 Estando en el campo el otro día me topé con esta imagen.

 


Es un pequeño almendro cuya mitad derecha está ocupada por varios cúmulos de ramitas y materia vegetal. Uno de ellos es bastante grande y sobre él, de forma desordenada, se pueden apreciar otros ocho aproximadamente. La razón de esta extraña formación de “bolas” vegetales en las horquillas de las ramas del árbol es muy sencilla. El cúmulo grande de abajo es un nido de un ratonero común (Buteo buteo), también conocido por águila ratonera o busardo, que lleva criando unos cuantos años en este pequeño árbol.

  

Ratonero común (Buteo buteo).

Los pequeños cúmulos superiores son nidos, ya abandonados y desvencijados por la climatología, construidos por una colonia de gorrión moruno (Passer hispaniolensis), que buscan la proximidad del nido de la rapaz para beneficiarse de su protección frente a posibles depredadores.

 

Gorrión moruno macho (Passer hispaniolensis).

 El nido del gorrión moruno es una bola de ramitas, hierbas, plumas, pelo y fibras vegetales con un pequeño orificio lateral que sirve de entrada. Normalmente los sitúan en lugares despoblados, a diferencia de su pariente el gorrión común (Passer domesticus), que prefiere los pueblos y ciudades para instalarse.

 

Gorrión común macho (Passer domesticus).

El macho del gorrión moruno es, en general, más oscuro que el del gorrión común. Tiene el píleo y la parte posterior del cuello castaño oscuro; garganta y pecho negros, con flancos listados de negro y dorso fuertemente rayado de pardo oscuro, casi negro. La hembra y los jóvenes son semejantes a los del gorrión común del que son difíciles de distinguir.


Gorrión común hembra (Passer domesticus).

La distribución del gorrión moruno es mucho más reducida que la del común. En un principio solo ocupaba el norte de África y la parte sur y suroccidental de la península Ibérica, aunque lentamente se ha ido extendiendo hacia el centro y algunas zonas del norte peninsular.

Bando de gorriones morunos en un rosal silvestre (Rosa canina).



Mariano Fernández

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